Por Esther Valedón Reflexóloga Podal.
El cólico del lactante es un problema frecuente que suelen sufrir los niños en los 3 primeros meses de vida. En cuanto a las causas que lo producen son muchas las hipótesis que se dan pero lo cierto es que no hay una razón concreta que produzca esta reacción tan dolorosa e incómoda para nuestros bebés. Se habla de intolerancia a la lactosa, gases, inmadurez del tracto digestivo etc…
La realidad es que, nosotros como padres, no queremos ver sufrir a nuestros hijos y menos si les podemos ayudar de una forma casi inmediata, relativamente sencilla y natural.
La Reflexología en estos casos es un remedio fantástico y de inmediato resultado. Hay que destacar, que el momento en el que el bebé está sufriendo el cólico, seguramente no nos deje trabajar de forma cómoda con su pie. Con lo que si se nos diera el caso de tener que hacerlo en un momento crítico, tendrá que ser con mucho amor, paciencia y mucha suavidad… no se debe ejercer demasiada presión sino más bien ser sutiles en los reflejos a trabajar.
Se debe intentar trabajar todos los días con nuestro pequeño para evitar las “crisis”, es más, si podemos, lo mejor es hacerlo en momentos que se encuentre bien. De este modo nos adelantamos a posibles dolencias durante el día. Los resultados serán evidentes desde el primer momento que lo trabajemos.
Las zonas a trabajar son las siguientes:
- Todo el aparato digestivo: esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso
- Zonas de relajación: plexo solar y columna vertebral
- Glándula pituitaria y los reflejos de cabeza
- Ganglios linfáticos
- Drenaje linfático: este drenaje es muy relajante y suave que posiblemente haremos que se duerma durante él
¿Quién puede ayudarnos con los cólicos?
- Durante los 3 primeros meses de la vida del bebé se recomienda que sea la madre la que realice este tratamiento, ya que genera un vínculo especial y una conexión única entre ellos. Ahora bien, hay que acudir a un profesional para que enseñe la técnica y cómo trabajar los puntos concretos, el agarre del pie, los movimientos etc…
- Si por cualquier causa la madre no quisiera a partir de los 45 días más o menos de vida, un profesional puede trabajar con el bebé.
- Si los cólicos perduran más meses, pueden ser tanto la madre como un profesional los que ejerzan la terapia.
- Si los cólicos han cesado, no estaría mal que el niño, aunque no tenga ningún malestar, recibiera sesiones de reflexología ya que fortalece su sistema inmunológico y le ayudará a prevenir posibles enfermedades.
Soy Esther, Periodista y Reflexóloga podal. Trabajo tanto con adultos como con niños. Gracias a mis dos hijos, vivo en primera persona las patologías y dificultades del día a día y “trabajar” con sus pies diariamente me permite observar la evolución y mejora que les ofrece la terapia.